Irreal...

Irreal porque vivimos en una realidad donde el amor se expresa con un corazoncito en Facebook, donde la gente que lee es casi tan rara como la que no vio "Transformers" y donde para conocer a alguien es necesario estar intoxicado (perder hasta cierto punto el raciocinio). Porque el nuestro es un mundo en el que la gente lucha más por el último cigarro que por combatir la corrupción, en el que vale más una apariencia que una pasión y en el que todo parece estar a la venta.

Pero también irreal porque estoy enamorada de la confusión, de aquello diferente, ensoñada con esta locura que llamamos vida...

jueves, 14 de abril de 2011

Que se acabe el mundo...

Me dijeron que en el 2012 se acaba el mundo. Ojalá. Vivimos en un mundo rodeado de mierda, ¿para qué vivir? Me dijeron también, que la época en la que vivimos está al borde del abismo, que el hombre se ha degradado, que hemos perdido nuestra humanidad y toda esa sarta de estupideces que buscan convencerte de que lo que sucede hoy está mal. Discúlpenme pero yo no me lo puedo tragar. ¿Nuestra época? ¿Por qué la nuestra? Para cosas malas, la segunda guerra mundial. Y ni siquiera tanto. Siempre pasa, ¿o no? Siempre está esa necesidad de auto flagelarnos, o fingir haber sido flagelados: "pobres de nosotros que vivimos en tan horribles tiempos". Y ahí está, la excusa para todos tus errores, la excusa para ser peor que tus papás y tus abuelos, la excusa para no hacer nada. Y con peor no me refiero a la pseudo correcta y universal moral, sino algo mucho menos superficial. Me explico; para mi alguien peor es alguien que no se atreve, que no se atreve a seguir lo que dicta su corazón, su deseo, su pasión.

No me gustan las quejas. No me gustan los interminables lamentos que surgen de la auto-compasión comunitaria. Les juro que yo también ya estoy harta de muchas cosas, pero gritarlo sólo sirve para desahogar sentimientos. Por más que el hombre varado en la autopista patalee por la llanta que se te ponchó esta no se va a parchar. Por Dios, hay que cambiarla. Lo que quiero decir es que esta generación no es ni mejor ni peor; es tan sólo una generación más a la que le toco vivir una situación diferente, pero no mala.

Yo creo que lo que nos hace más humanos es el arte. Y es que no hay nada más inútil y a la vez más útil que el arte. Yo creo que el arte mueve algo profundo en las personas. Yo creo que en el arte siempre encontramos la esperanza, aunque sea en formas dolorosas. Yo creo que todos necesitamos arte, yo creo que todos necesitamos esperanza para vivir. Yo creo en el arte como en un dios. "Más poesía y menos policía" como gritan en las marchas. Pero no todos tienen que creer en este monstruo-come-musas, el arte es mi pasión, no la tuya.

Mi solución, entonces, es muy sencilla: pasión en todo. (Sin importar si tu pasión es el narcotrafico, la paz mundial, o rescatar niños en Somalia).

"La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver qué pasa."



Sólo por si se lo preguntaban:

Desde hace unos días, meses, años, desde siempre, tengo ganas de escribir. No voy a dar razones, no porque no quiera, sino que me cuesta trabajo explicar algo que en mi es tan natural. Últimamente algo me acosa: las palabras aparecen frente a mi, invento monólogos en mi cabeza, no dejo de pensar. Ya llegué a la conclusión de que sólo podré calmar las voces si les doy gusto, he aquí el resultado.

¿Por qué un blog? Ultimamente veo que la gente publica su arte via Facebook, soy de la idea de Marcel Duchamp: el arte depende del contexto. Sí, mi blog escolar tampoco es un gran bastidor, pero algo es algo.