Irreal...

Irreal porque vivimos en una realidad donde el amor se expresa con un corazoncito en Facebook, donde la gente que lee es casi tan rara como la que no vio "Transformers" y donde para conocer a alguien es necesario estar intoxicado (perder hasta cierto punto el raciocinio). Porque el nuestro es un mundo en el que la gente lucha más por el último cigarro que por combatir la corrupción, en el que vale más una apariencia que una pasión y en el que todo parece estar a la venta.

Pero también irreal porque estoy enamorada de la confusión, de aquello diferente, ensoñada con esta locura que llamamos vida...

domingo, 25 de abril de 2010

Anécdota

Hace poco más de un año tomé clases de pintura con un pintor bastante famoso. El pintor contaba que cuando él tenía entre veinticinco y treinta años (ahora debe andar por los 50) solía ir a comidas de ambiente artístico. Fue en una de esas comidas donde escuchó a Gabriel García Márquez hablar de su cuento La luz es como el agua. Si lo que contaba era cierto, un día en la casa de García Márquez hubo un corto circuito y se tuvo que llamar a un electricista. El electricista arregló la instalación eléctrica y cuando el escritor le preguntó que había pasado éste le contestó: "la luz es como el agua, si hay una fuga, el agua ya no llega a la llave igual que la luz al foco."


miércoles, 21 de abril de 2010

Boom

Fue el boom el culpable de que me enamorara de la literatura latinoamericana. Podría decir que aquel amor comenzó con Mario Vargas Llosa entre "Cartas a un joven novelista" que me terminó de convencer de que lo que yo quería era escribir y "Pantaleón y las visitadoras" que me hizo reir varias horas seguidas, descubrí que tenía que leer a más autores latinoamericanos. Tengo que decir que García Márquez por poco y me quita el amor, tal vez fué una mala elección "El coronel no tiene quien le esriba" pero definitivamente me alejo. Sin embargo los cuentos de Cronopios y de Famas de Julio Cortázar me hicieron recapacitar. Les comparto uno:

Lo particular y lo universal
Un cronopio iba a lavarse los dientes junto a su balcón, y poseído de una grandísima alegría al ver el sol de la mañana y las hermosas nubes que corrían por el cielo, apretó enormemente el tubo de pasta dentífrico y la pasta empezó a salir en una larga cinta rosa. Después de cubrir su cepillo con una verdadera montaña de pasta, el cronopio se encontró con que le sobraba todavía una cantidad, entonces empezó a sacudir el tubo en la ventana y los pedazos de pasta rosa caían por el balcón a la calle donde varios famas se habían reunido a comentar las novedades municipales. Los pedazos de pasta rosa caían sobre los sombreros de los famas, mientras arriba el cronopio cantaba y se frotaba los dientes lleno de contento. Los famas se indignaron ante esta increíble inconsciencia del cronopio, y decidieron nombrar una delegación para que lo imprecara inmediatamente, con lo cual la delegación formada por tres famas subió a la casa del cronopio y lo increpó, diciéndole así:

-Cronopio, has estropeado nuestros sombreros, por lo cual tendrás que pagar.

Y después, con mucha más fuerza:

-¡Cronopio, no deberías derrochar así la pasta dentífrico!

Finalmente, cuando leí Rayuela encontré, más que un libro, una filosofía de vida.

martes, 20 de abril de 2010

Un poema de un poema

Cuando leí el poema de Olga Orozco Para hacer un talismán por quinta vez me dieron ganas de escribir. Aunque creo que para cada persona hay una interpretación distinta de dicho poema quiero compartir mi interpretación en verso.


PARA HACER UN TALISMÁN
Olga Orozco


Se necesita sólo tu corazón
hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios.
Un corazón apenas, como un crisol de brasas para la idolatría.
Nada más que un indefenso corazón enamorado.
Déjalo a la intemperie,
donde la hierba aúlle sus endechas de nodriza loca
y no pueda dormir,
donde el viento y la lluvia dejen caer su látigo en un golpe de azul escalofrío
sin convertirlo en mármol y sin partirlo en dos,
donde la oscuridad abra sus madrigueras a todas las jaurías
y no logre olvidar.
Arrójalo después desde lo alto de su amor al hervidero de la bruma.
Ponlo luego a secar en el sordo regazo de la piedra,
y escarba, escarba en él con una aguja fría hasta arrancar el último grano de esperanza.
Deja que lo sofoquen las fiebres y la ortiga,
que lo sacuda el trote ritual de la alimaña,
que lo envuelva la injuria hecha con los jirones de sus antiguas glorias.
Y cuando un día un año lo aprisione con la garra de un siglo,
antes que sea tarde,
antes que se convierta en momia deslumbrante,
abre de par en par y una por una todas sus heridas:
que las exhiba al sol de la piedad, lo mismo que el mendigo,
que plaña su delirio en el desierto,
hasta que sólo el eco de un nombre crezca en él con la furia del hambre:
un incesante golpe de cuchara contra el plato vacío.

Si sobrevive aún,
si ha llegado hasta aquí hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios;
he ahí un talismán más inflexible que la ley,
más fuerte que las armas y el mal del enemigo.
Guárdalo en la vigilia de tu pecho igual que a un centinela.
Pero vela con él.
Puede crecer en ti como la mordedura de la lepra;
puede ser tu verdugo.
¡El inocente monstruo, el insaciable comensal de tu muerte!

DIOS O DEMONIO
Alina Alvarez Etchegaray

Degradada y exaltada,
abstemia tentada;
casta pecadora.

Demonio y dios,
de celestial pasión
y demoniaco amor.

Te idolatro, te detesto.
Te ruego, te pido, te deseo.
Te hago el amor con odio.

Te imploro piedad,
Dios o Demonio
igual me has de destrozar.

domingo, 18 de abril de 2010

Sobre poesía

"Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca." Rosario Castellanos.
La frase se me quedo grabada y todos los días tiene un sentido diferente. A veces habla de como en la naturaleza del amor se encuentra la destrucción, a veces habla de que la vida no tiene sentido si no se ama. A veces habla de autodestrucción, a veces de la destrucción mutua. Ya he leído el poema muchas veces... Ya me dan ganas de gritar: ¡Que cese ya esta asfixia de respirar con un pulmón ajeno! Ya me siento una con la escritora, ya siento que fui yo quien escribió el poema, ya me adueñé de él, ya le dí mi propia forma, ya lo destruí y reconstruí. Y al final de eso se trata la poesía, ¿no? De encontrar en ella palabras para nuestros sentimientos, de encontrarle un sentido propio a lo ajeno, de unirnos al escritor, por un segundo, en una unión mucho más íntima que la de cualquier amante... Lo que sea que haya querido decir Rosario Castellanos con su poema "Destino" ya no existe, pues el poema ahora es mio y tal vez pase a ser tuyo...

Destino

Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.

El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
            
¡Ah! pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
            
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
- antes que lo devoren - ( cómplice, fascinado )
igual a su enemigo.
            
Damos la vida sólo a lo que odiamos.