Irreal...

Irreal porque vivimos en una realidad donde el amor se expresa con un corazoncito en Facebook, donde la gente que lee es casi tan rara como la que no vio "Transformers" y donde para conocer a alguien es necesario estar intoxicado (perder hasta cierto punto el raciocinio). Porque el nuestro es un mundo en el que la gente lucha más por el último cigarro que por combatir la corrupción, en el que vale más una apariencia que una pasión y en el que todo parece estar a la venta.

Pero también irreal porque estoy enamorada de la confusión, de aquello diferente, ensoñada con esta locura que llamamos vida...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

No respondas...

Entre el sin fin de pláticas sin importancia que tienen lugar en nuestra vida diaria, una me llamó la atención. La idea no tenía nada de original: qué tanto daña la Coca-cola nuestra salud. ¿Por qué no hay investigaciones al respecto?, se pregunta alguien. Probablemente si las hay, responde cínicamente alguien más, pero seguro ya las compró la "Coca". Y es que si a ti te ofrecieran millones de pesos por no publicar los resultados que obtuviste, ¿los negarías? No, no respondas, aunque quiero pensar que no los aceptarías, lo más probable es que si te vieras en esa situación tomarías el dinero, a lo mucho, con una mueca de disgusto.

Mi ejemplo habla de un investigador, pero la realidad es que los periodistas, por indagar en asuntos de interés público, se ven con mayor frecuencia en este tipo de situaciones que cualquier investigador. Eddie Willis, el personaje de la película "La caída de un ídolo" se ve en esa situación: mentir para ganar. Como comunicadora tengo miedo, ¿acaso no se me presentará mil veces la oportunidad de obtener algo "extra" encubriendo un hecho? ¿acaso no tendré la oportunidad de mentir para ayudar a alguien, para obtener un beneficio? Claro que sí. Y en un mundo donde ya no se distingue lo correcto de lo incorrecto, donde primero se ve por uno mismo y después por uno mismo, quién me asegura que podré hacer lo correcto. Eddie Willis, a pesar de todo, tenía cierta ética, un cierto sentido del deber, pero hoy en día hay quien no lo tiene, nuestros medios se corrompen y para hacer lo correcto se requiere nadar contra la marea. Eddie Willis se arrepiente, Eddie Willis cede su dinero a quien cree que lo merece, pero ¿cu´ntos de nosotros seremos capaces de hacer esto?

No es un exhorto a hacer lo correcto, es una reflexión ante lo que tenemos por delante todos nosotros. Ya si quieres tener la conciencia tranquila o no, es tu problema, yo sólo me pregunto, si así lo quieres, ¿serás capaz de tenerla?

lunes, 16 de noviembre de 2009

Y se llevan las mesas...

Imagínate, estás sentado en tu clase de geometría en la UNAM, usando la regla para que la raya que estas dibujando quede perfectamente derecha, cuidando cada trazo como si de eso dependiera tu vida… De pronto llegan dos hombres, les piden a todos que alcen sus planos y se llevan la mesa. Si esto pasa con el presupuesto actual, habría que imaginarnos lo que pasará tras el recorte al presupuesto de educación superior.

Es por esto que la pelea entre el secretario Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal y la cámara de diputados ha conquistado la portada de muchos periódicos nacionales. ¿Por qué pelean? El posible personaje presidenciable por parte del Partido Acción Nacional, Lujambio, busca un aumento de 715 millones al presupuesto planteado por el Ejecutivo en 2010, que asignó sólo 630 millones de pesos.

Hay que recordar que México ya cuenta con un atraso en materia de educación. Al compararnos con otros países de habla hispana, encontramos que España cuenta con diez universidades entre las 100 mejores del mundo mientras que Brasil cuenta con cinco, México, por su parte, sólo ha conseguido colocar a la UNAM. ¿Por qué no recortarle el presupuesto a la mejor universidad de México? México se verá estancado si no designa más presupuesto a la educación, pues es la educación la que moviliza al país.

Ya hubo un deterioro semejante en los años 80’s, cuando se dejo de invertir en educación debido a las crisis y se vino abajo la educación. Dejar de invertir en materia de educación implica perder el ritmo de innovación en laboratorios y bibliotecas, bajar el ritmo de las investigaciones (que de por si son pocas en México) y reducir la calidad de la educación. En un país ya retrasado, ¿es esta una opción?

jueves, 5 de noviembre de 2009

¿Quién rechaza a quién?

Durante la guerra civil española, miles de perseguidos pidieron asilo a México, nuestro país los refugió. Tras el golpe de estado de Salvador Allende en Chile, una vez más México accedió a darle asilo político a miles de chilenos. En 1983 al ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) inauguró sus oficinas en México para ayudar a los miles de refugiados guatemaltecos. Durante varias décadas México ha sido considerado un país comprometido con los refugiados, por lo que resulta extraño saber que hoy en día su tasa de aceptación es muy baja.

Hoy México rechaza el 80 por ciento de las solicitudes de asilo, que piden aquellos que son victimas de abuso y de violaciones de los derechos humanos en sus países. Esto comenzó ya hace unos años, pues del 2002 al 2007, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), dependiente de Gobernación, recibió 2 mil 127 peticiones y aceptó sólo 446. Esto nos lleva a que en el año en curso la ACNUR reporte que en México sólo se aceptan el 20.9 por ciento de las solicitudes, colocándose así como uno de los países mas bajos. El porcentaje se ve peor cuando se compara con otros países Costa Rica, por ejemplo, aceptó 55.5 por ciento de las solicitudes en 2009, Venezuela el 45 por ciento, Ecuador el 47 por ciento y Estados Unidos 50 por ciento.

Sin embargo no todo es blanco o negro, la Comar afirma que un 40 por ciento de las peticiones no se vuelven un hecho porque el solicitante abandona el caso antes de ser aceptado. De hecho durante los años 2005 y 2006 a pesar de que sólo se aceptaron un 17.5 por ciento de casos, sólo se rechazaron el 25.2 por ciento pues el resto (57.2 por ciento) abandono antes de completar el trámite.

A pesar de que muchas de las solicitudes no llegan a termino porque quien las solicita no termina el proceso, México a disminuido mucho sus niveles de aceptación. Me atrevo a afirmar que México siempre ha tenido una fama de país amistoso a nivel internacional tanto en el trato de su gente como en la política (siendo un país tradicionalmente neutral y con fronteras muy abiertas), sin embargo está perdiendo la fama que alguna vez tuvo. Es necesario que se reconsidere el rumbo que esta tomando la política exterior, especialmente en tiempos de crisis y narcotráfico que nuestro país necesita más “amigos”.

jueves, 29 de octubre de 2009

Fin de la crisis... ¿dónde?

El Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunció el fin de la crisis económica este trimestre después de más de un año de recesión económica. Orgullosamente se anunció que este trimestre el Producto Interno Bruto (PIB) de la potencia número uno del mundo creció en un 3.5%, superando las expectativas de la mayoría de los analistas que pronosticaban un crecimiento de 3%. En Brasil el indice de confianza del consumidor (según un sondeo elaborado por The Nielsen Company) ha subido 12 puntos ubicándose así en el quinto lugar de los países sondeados. Dicha mejora se ha visto impulsada por las perspectivas laborales del país. A nivel global también encontramos un aumento de "confianza" que habla del fin de la recesión, si la gente vuelve a comprar las economías se reactivan y la crisis termina.

Sin embargo mientras el mundo se recupera México sigue cayendo. Parece increíble que el este país que solía ser el líder de Latinoamérica cada día pierda más su presencia internacional. En nuestro querido México el PIB no sólo no ha crecido, sino que ha seguido decreciendo a ritmos alarmantes. Ahora recordaremos con nostalgia un crecimiento (bastante ridículo en otra situación) de un 2.9% conseguido en el segundo trimestre del 2008. No, en México ni siquiera nos estancamos, seguimos bajando, el primer trimestre del 2009 nuestra economía decayó en un 8% y en el segundo trimestre (tras la influenza) la cifra fue de -10.3%. Sí, la crisis acaba, pero no en México.

Lo que realmente falta no es subir los impuestos, sino bajarlos, recuperar la confianza de la gente. Los mexicanos seguimos asustados, la gente sigue temiendo perder su empleo (y como no si la tasa de desempleo subió del 4% al 6% en un año). México vivió con más fuerza la crisis debido a la influenza, quien no tenía miedo de perder su trabajo por la crisis lo tenía por la famosa H1N1 y hoy mientras otros países salen nosotros nos seguimos hundiendo. Falta crear campañas que realmente hagan sentir segura a la gente, nuevos empleos, impuestos bajos, más seguridad para los desempleados, etc. Pues la economía mexicana sólo se reactivará cuando la gente pierda el miedo a comprar, invertir y gastar.

jueves, 22 de octubre de 2009

Hablando de irreal: el premio Nobel

Aplausos. Silencio. “Y el Grammy al compositor del año es para... Chris Martin, por la canción que planea escribir, pero que no ha escrito aún”. ¿Pero por qué? Pues es que promete ser una gran canción, además dicho premio hará que se sienta más obligado a escribirla. ¿Qué? ¿Y todas las canciones del año? Esta va a ser mejor. ¿Y el trabajo de los otros artistas? Chris Martin hará un mejor trabajo... No sé porque no suena lógico, habiendo tantos esfuerzos de otros artistas, ¿por qué darle el premio a alguien que ya de por sí es una figura mediática y que no ha hecho más que prometer?

No, Chris Martin sí se ganó su Grammy escribiendo una canción, el que no se ganó un Nobel escribiendo la historia fue Barack Obama. El premio Nobel de este año sorprendió a todos, incluso al mismo presidente de los Estados Unidos que al recibirlo lo declinó y lo aceptó (muy contradictoriamente) en nombre del ejercito de Estados Unidos y en especial de los soldados que terminaron la segunda guerra mundial. Me resulta hasta cierto punto irónico hablar de paz y ejército, aunque se diga que son ellos quienes mantienen la paz.

Obama se suma elegantemente a la lista de presidentes estadounidenses que han ganado el Nobel, junto a Woodrow Wilson, Theodore Roosevelt y Jimmy Carter. Pero el comité del Nobel no aprende. ¿acaso no hemos visto ya premios que se dan antes de tiempo y que terminan por decepcionar a todos? ¿Qué no los catorce puntos de Wilson desembocaron en la Segunda Guerra Mundial?

El premio sólo podrá ser merecido cuando las fuerzas armadas de Estados Unidos se retiren de Irak y Afghanistan, cuando realmente no queden cabezas nucleares en el mundo, cuando el mandatario de los Estados Unidos cumpla sus promesas. Y es que si las simples propuestas valieran por actos todos los presidentes mexicanos hubieran sido excelentes gobernantes. Se habla de su esfuerzo, ¿acaso no se esfuerzan más los que día a día buscan la paz viviendo situaciones deplorables en países en guerra? Cuando escucho de las razones por las que se le concedió el premio a Obcama no escucho más que “compromiso a largo plazo”, “persiguir poco a poco”, “transitar lentamente”. Sí, si Obama cumpliera todos sus compromisos tal vez merecería el Nobel, tal vez.

Sigo preguntándome a quién se le ocurrió la brillante idea de darle el Nobel al presidente del país más poderoso del mundo (si, ya sé, al comité de dicho premio). Pero, ¿por qué hombres que se dicen ser tan brillantes se adentraron en terrenos tan cuestionables? ¿A quién favorecen? No hicieron mas que crear rencor hacia Obama y generarle aún más expectativas a un gobierno que está ya cargado de estas. Habrá que ver si vivirá a la altura de las circunstancias o si terminará por decepcionarnos como otros tantos.

lunes, 19 de octubre de 2009

El gasto inútil: No habrá seguridad sin bases.

Hace tres años que Felipe Calderón subió a la presidencia de la república. Tres años donde, a pesar de los esfuerzos en materia de seguridad, no se ha visto una mejora contundente en dicho tema. Resulta increíble por lo tanto que el presupuesto para la administración federal descentralizada se haya incrementado en casi un 50%. Y más increíble aún si se toma en cuenta que este aumento se concentró casi exclusivamente en áreas de seguridad pública. Solamente en la Sedena (Defensa Nacional) el aumento fue de 17,592 millones de pesos (de 26,031 millones a 43,623) y en la SSP (Secretaría de Seguridad Pública) el aumento fue de 23,642 millones de pesos (de 9,274 a 32,916) es decir del 255%.

Y es que a pesar del dinero invertido no se ha visto un cambio en la seguridad pública. Las cifras siguen creciendo: en el 2008 el número de asesinatos por narcotráfico en México duplicó la cifra alcanzada en el 2007. Y aunque en el 2009 se ha logrado disminuir el número de asesinatos en lugares críticos como Ciudad Juárez, estos mismos números han crecido en estados que se consideraban pacíficos como Durango.

Hay que recalcar que cuando Calderón propuso el aumento de presupuesto en el área seguridad pública fueron pocos los que se declararon en contra. En 2008 los discursos del presidente de la república eran alarmantes: “seguiremos utilizando todos, todos los recursos a nuestro alcance para recuperar el control del Estado y de su territorio en todos sus frentes.” Se hablaba de un estado fallido, de narcoterroristas y de una situación parecida a la que vivía Colombia en los ochentas, el dinero por primera vez parecía lo de menos en nuestro país.

Sin embargo, un aumento del 50% en gastos no es cualquier cosa, sobretodo si se concentró casi exclusivamente en seguridad cuando existen otras necesidades igualmente apremiantes. Tenemos deficiencias en educación, campo, alimentación e infraestructura, que deben ser tomadas en cuenta, especialmente en tiempos de crisis financiera. Hoy, mientras países como Brasil se recuperan rápidamente, México se encuentra estancado con el narcotráfico, la crisis y la influenza.

Está claro que gran parte del problema de México radica en la pobreza. No creo que sea ingenuo afirmar que son muchos, los que forzados por una situación económica deplorable, recurren al crimen como única fuente de dinero. Es verdad que el narcotráfico ha llegado a ser una fuerte industria en países primer mundistas, pero también es cierto que en el nuestro se ha visto impulsado por la falta de educación y los problemas del campo. Es necesario comenzar a atacar los problemas desde sus raíces y no solamente superficialmente y esto sólo se puede lograr con educación e infraestructura. Si realmente queremos combatir el crimen en nuestro país es necesario eliminarlo desde abajo, pues de otra manera el dinero invertido en seguridad, a largo plazo, es dinero perdido.

jueves, 15 de octubre de 2009

El sello de Tarantino


Holocausto, Spielberg, Polanski, Benigni, ¿Tarantino? Sí, Quentin Tarantino, el ya muy reconocido director (Perros de reserva, Tiempos Violentos y Kill Bill) ahora tratando la Segunda Guerra Mundial. Pero, ¡hay que ver como la trata! Sin sentimentalismos ni reflexiones morales, en Bastardos sin gloria Tarantino se ríe de la historia y la reescribe rompiendo con todas las reglas del tema más sagrado de Hollywood.

Bastardos sin gloria tiene el sello de Tarantino por todas partes, esa violencia exhaustiva que termina por parecer graciosa, esa forma de caricaturizar a sus personajes sin hacerlos ridículos y ese juego con los colores que deleita los sentidos. Sin embargo, siempre me sorprende la fuerza de sus personajes que parecen seducir al público sin siquiera intentarlo. El coronel Hans Landa (Christoph Waltz), por ejemplo, tiene un carisma tenebroso, un humor casi negro, que produce sentimientos contradictorios, por un lado de repulsión y miedo y por el otro de atracción y afecto. Y no sólo esto, Waltz se desempeña en cuatro idiomas sin reducir la calidad de su actuación.

“Brad Pitt es un bastardo” dicen los pósters de la película y es que no sólo es un bastardo, es el líder de el grupo de “Bastardos” dedicados a matar nazis en la segunda guerra mundial. Otro personaje que vale la pena ver, que seduce, no con su físico, sino con rudeza y total falta de piedad. ¿Irónico no? Incluso Hitler tiene el sello personal de Tarantino y los judíos por fin dejan de ser víctimas sufridas.

¿Y la música? Basta con decir que en la primera escena el suspenso nos lo trae la Für Elise (que hay que decirla en Alemán para no salirnos de contexto). Y es que a pesar de que usa música que es más que conocida, Tarantino logra que sintamos que ese sonido nació para estar en esa película, música y película se sincronizan perfectamente. Como en todas sus obras, en Bastardos sin gloria, se nota el amor que Tarantino le tiene al cine.