Hay que escribir porque si no se atrofia todo. Hay que escribir por ese miedo a la muerte inherente al ser humano. Hay que escribir porque quizás mañana yo deje de ser yo y tú seas más tú. Hay que escribir mientras se pueda, mientras quede esperanza de que alguien lo lea. Hay que escribir por la desesperación de no ser comprendido.
Tengo que escribir para mantener un diálogo conmigo misma.
Y es que hay un río (más bien como una fuente) de palabras brotando de un hoyo en mi cabeza. Y las palabras empujan y presionan, y quieren ser escuchadas. Pero hay que callarlas, tapar el hoyito, porque si las dejamos hablar tal vez digan demasiado y vale más una mente solitaria que un alma desgarrada.
Y de todos modos hay que escribir porque si no explota la bomba, se inunda la cabeza, y terminas en un manicomio cualquiera rodeada de gente lo suficientemente lúcida como para perder el juicio.
Hay que escribir para enfrentarnos al futuro. Y peor aún, hay que escribir para enfrentarnos al pasado.
1 comentario:
Pero por qué has dejado de escribir?
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