Irreal...

Irreal porque vivimos en una realidad donde el amor se expresa con un corazoncito en Facebook, donde la gente que lee es casi tan rara como la que no vio "Transformers" y donde para conocer a alguien es necesario estar intoxicado (perder hasta cierto punto el raciocinio). Porque el nuestro es un mundo en el que la gente lucha más por el último cigarro que por combatir la corrupción, en el que vale más una apariencia que una pasión y en el que todo parece estar a la venta.

Pero también irreal porque estoy enamorada de la confusión, de aquello diferente, ensoñada con esta locura que llamamos vida...

lunes, 13 de mayo de 2013

¿Jugamos?


Hola. ¿Quieres jugar? Me gustan los juegos, juega conmigo. 
Jugamos primero a odiarnos. Me ves y me odias. Te veo y te odio. Inventamos excusas y nos odiamos con furia; peleamos a muerte, gritamos y nos aborrecemos. Lloramos de rabia y desgarramos nuestros cuerpos con feroz locura. Nos destrozamos, nos deshacemos y nos devastamos hasta derrotarnos, hasta agotarnos.
Jugamos después a reírnos. Me ves y te ríes. Te veo y me río. Inventamos excusas y nos reímos con locura; nos burlamos, gritamos y nos carcajeamos. Lloramos de risa y nos dedicamos sonrisas con intensa alegría. Nos destartalamos, nos regocijamos y nos desternillamos, hasta satisfacer la más profunda necesidad de goce, hasta agotarnos.
Jugamos luego a llorarnos. Me ves y lloras. Te veo y lloro. Inventamos excusas y nos lloramos con absoluto dolor; sollozamos con fuerza, gritamos y suspiramos. Lloramos con tristeza y desgarramos nuestras almas con sutil melancolía. Nos dedicamos miles de lágrimas, gemimos y nos lamentamos, hasta quedarnos sin aliento, hasta agotarnos.
Jugamos finalmente a amarnos y hacemos todo lo anterior, al mismo tiempo y con mayor pasión.

No hay comentarios: