Irreal...

Irreal porque vivimos en una realidad donde el amor se expresa con un corazoncito en Facebook, donde la gente que lee es casi tan rara como la que no vio "Transformers" y donde para conocer a alguien es necesario estar intoxicado (perder hasta cierto punto el raciocinio). Porque el nuestro es un mundo en el que la gente lucha más por el último cigarro que por combatir la corrupción, en el que vale más una apariencia que una pasión y en el que todo parece estar a la venta.

Pero también irreal porque estoy enamorada de la confusión, de aquello diferente, ensoñada con esta locura que llamamos vida...

lunes, 19 de octubre de 2009

El gasto inútil: No habrá seguridad sin bases.

Hace tres años que Felipe Calderón subió a la presidencia de la república. Tres años donde, a pesar de los esfuerzos en materia de seguridad, no se ha visto una mejora contundente en dicho tema. Resulta increíble por lo tanto que el presupuesto para la administración federal descentralizada se haya incrementado en casi un 50%. Y más increíble aún si se toma en cuenta que este aumento se concentró casi exclusivamente en áreas de seguridad pública. Solamente en la Sedena (Defensa Nacional) el aumento fue de 17,592 millones de pesos (de 26,031 millones a 43,623) y en la SSP (Secretaría de Seguridad Pública) el aumento fue de 23,642 millones de pesos (de 9,274 a 32,916) es decir del 255%.

Y es que a pesar del dinero invertido no se ha visto un cambio en la seguridad pública. Las cifras siguen creciendo: en el 2008 el número de asesinatos por narcotráfico en México duplicó la cifra alcanzada en el 2007. Y aunque en el 2009 se ha logrado disminuir el número de asesinatos en lugares críticos como Ciudad Juárez, estos mismos números han crecido en estados que se consideraban pacíficos como Durango.

Hay que recalcar que cuando Calderón propuso el aumento de presupuesto en el área seguridad pública fueron pocos los que se declararon en contra. En 2008 los discursos del presidente de la república eran alarmantes: “seguiremos utilizando todos, todos los recursos a nuestro alcance para recuperar el control del Estado y de su territorio en todos sus frentes.” Se hablaba de un estado fallido, de narcoterroristas y de una situación parecida a la que vivía Colombia en los ochentas, el dinero por primera vez parecía lo de menos en nuestro país.

Sin embargo, un aumento del 50% en gastos no es cualquier cosa, sobretodo si se concentró casi exclusivamente en seguridad cuando existen otras necesidades igualmente apremiantes. Tenemos deficiencias en educación, campo, alimentación e infraestructura, que deben ser tomadas en cuenta, especialmente en tiempos de crisis financiera. Hoy, mientras países como Brasil se recuperan rápidamente, México se encuentra estancado con el narcotráfico, la crisis y la influenza.

Está claro que gran parte del problema de México radica en la pobreza. No creo que sea ingenuo afirmar que son muchos, los que forzados por una situación económica deplorable, recurren al crimen como única fuente de dinero. Es verdad que el narcotráfico ha llegado a ser una fuerte industria en países primer mundistas, pero también es cierto que en el nuestro se ha visto impulsado por la falta de educación y los problemas del campo. Es necesario comenzar a atacar los problemas desde sus raíces y no solamente superficialmente y esto sólo se puede lograr con educación e infraestructura. Si realmente queremos combatir el crimen en nuestro país es necesario eliminarlo desde abajo, pues de otra manera el dinero invertido en seguridad, a largo plazo, es dinero perdido.

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