Irreal...

Irreal porque vivimos en una realidad donde el amor se expresa con un corazoncito en Facebook, donde la gente que lee es casi tan rara como la que no vio "Transformers" y donde para conocer a alguien es necesario estar intoxicado (perder hasta cierto punto el raciocinio). Porque el nuestro es un mundo en el que la gente lucha más por el último cigarro que por combatir la corrupción, en el que vale más una apariencia que una pasión y en el que todo parece estar a la venta.

Pero también irreal porque estoy enamorada de la confusión, de aquello diferente, ensoñada con esta locura que llamamos vida...

domingo, 25 de abril de 2010

Anécdota

Hace poco más de un año tomé clases de pintura con un pintor bastante famoso. El pintor contaba que cuando él tenía entre veinticinco y treinta años (ahora debe andar por los 50) solía ir a comidas de ambiente artístico. Fue en una de esas comidas donde escuchó a Gabriel García Márquez hablar de su cuento La luz es como el agua. Si lo que contaba era cierto, un día en la casa de García Márquez hubo un corto circuito y se tuvo que llamar a un electricista. El electricista arregló la instalación eléctrica y cuando el escritor le preguntó que había pasado éste le contestó: "la luz es como el agua, si hay una fuga, el agua ya no llega a la llave igual que la luz al foco."


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